El día a día de un procurador en los Tribunales
Aunque ya comentábamos en otro post en qué consistía el trabajo de un procurador y cuáles eran sus principales funciones, son muchos los ciudadanos que desconocen su trabajo y obligaciones diarias.
Esto quizá sea debido a que los procuradores en muchas ocasiones no suponen la cara visible de la realización de un trabajo, o es posible incluso que el cliente coincida solo con el procurador en contadas ocasiones como puede ser el otorgamiento de poder o el día de la celebración de la vista.
Pero el hecho de que el procurador no tenga un contacto permanente con el cliente no quiere decir que no haya un exhaustivo trabajo detrás.
Funciones y trabajo diario de un procurador
Principalmente se tiene conocimiento de que su función principal se corresponde con la representación procesal de las partes, pero realmente; ¿en qué consisten esas funciones concretas que se llevan a cabo como consecuencia de esa representación?
En este apartado intentaremos explicar de manera muy genérica en qué consiste el trabajo el trabajo diario de estos profesionales, ya que de manera específica resultaría bastante complicado.
Tal y como comentábamos su trabajo más característico y representativo consiste en encabezar y presentar los escritos dirigidos al Juzgado, y recibir a su vez, las notificaciones de sus representados.
Este hecho ya de por sí supone primeramente una seguridad jurídica, y una agilización del procedimiento judicial.
Su presencia en las Sedes Judiciales y Registros Públicos se puede considerar constante.
Es muy común que el procurador acuda a varios juicios, comparecencias u otro tipo de gestiones variadas ante los distintos juzgados en el mismo día.
Del mismo modo puede ocurrir que tenga que acudir a su vez a Registros Civiles, Mercantiles o de la Propiedad, para poder obtener toda la documentación necesaria para un procedimiento judicial.
En cuanto a sus funciones fuera de la Oficina Judicial, también deben acompañar a las distintas Comisiones Judiciales, para llevar a cabo las diferentes órdenes efectuadas por un Juez; tales como, las posesiones, la práctica de lanzamientos, la práctica de notificaciones o citaciones personales, las retiradas de contador etc.…
Y, en cuanto a su trabajo diario en despachos, si bien por las mañanas tal y como comentábamos están reservadas para la obtención y recogida de documentos, asistencia a juicios, el acompañamiento en la práctica de mandatos judiciales, las tardes, por norma general, quedan reservadas para las tareas y el trabajo de oficina.
En estas funciones es indispensable una labor organizativa y un control de las distintas resoluciones judiciales, lo que implica una vigilancia constante de fechas.
Así también, estas mismas se centran en procesar todas las notificaciones recibidas de los distintos juzgados, la redacción y presentación de escritos de trámite; así como la presentación de escritos de escritos facilitados por el Letrado.
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